Concursos de belleza infantiles.

Los concursos de belleza infantiles están muy de moda, sobre todo en Estados Unidos. Hoy en día son miles de niñas, entre seis meses y doce años, las que participan en ellos, también se ha creado una modalidad masculina, pero se ve con menos frecuencia.
En estos concursos las niñas son peinadas, maquilladas y vestidas como mujeres pequeñas. La mayoría de las veces los padres que inscriben a sus hijas a los concursos pertenecen a una clase social alta (gastan miles de dólares en ellos), debido a que sólo la participación ronda entre los 800 y 1000 dólares.
Hay diferentes categorías, “Baby Queen”, menores de un año; “Tiny Queen”, entre uno y tres años; “Pee-wees Queen”, entre cuatro y seis años, después acceden a las categorías superiores dominando las pasarelas a la perfección.
Las niñas que participan en estos concursos pueden tener problemas psicológicos en el futuro, ya sea por la derrota tras una larga preparación, o por la victoria y el duro trabajo que supone ésta.

Concursos de belleza. Progreso y trayectoria.
Este fenómeno comenzó en Estados Unidos donde existen unos 6000 concursos anuales, pero ya ha conseguido entrar en Tailandia y una parte de América Latina no tardará en unirse a esta nueva moda.
En Estados Unidos, en el año 2009, se estrenó en televisión el concurso “Little Miss Perfect” en el que se busca a la niña que mejor represente el canon de belleza actual. Es un concurso en el que las niñas son mujeres en miniaturas, las enseñan a posar, a desfilar y a comportarse como adultas. En los dos primeros episodios las niñas menores de diez años ya se enfrentaban entre ellas.
Actualmente, existe un reality show llamado Toddlers & Tiaras (Niñas y coronas) donde las madres compiten entre ellas para demostrar que su hija es la mejor. Se graba toda la preparación de las niñas, de la familia, el traslado desde el lugar de residencia hasta el lugar del concurso y el día de la competición. El programa evita dar algún tipo de opinión para no emitir un juicio.
Dos participantes de este concurso fueron fuertemente criticadas, ya que una de ellas, Paisley Dickey, desfiló con un vestido que imitaba al que llevaba Julia Roberts en Pretty Woman. La cadena fue tachada de mal gusto por darle publicidad a una niña vestida de prostituta.

La otra niña, Maddy Jackson, con cuatro años, fue vestida por su madre como Dolly Parton, utilizando en el disfraz un relleno para el pecho y el trasero, lo que se calificó como maltrato infantil, ya que podría crearle falsas expectativas a la niña.

Las pequeñas modelos llevan la vida de una modelo adulta, están exentas de comidas dulces, se les aplica bronceado artificial, uñas postizas, lentillas de colores, extensiones de pelo, depilación facial, zapatos de tacón, vestidos caros y elegantes, joyas, fundas en los dientes e incluso implantes para aquellos que pierden por su edad.

 La obsesión de algunas madres puede deberse a su propio fracaso en el pasado o a la necesidad de demostrar que sus hijos/as son superiores a los demás. Les enseñan a desfilar, a bailar y a lucir una preciosa sonrisa que deben mostrar al jurado el día del concurso. Los jueces pueden ser tan estrictos como en los concursos de adultos: en la categoría de “Baby Queen” (menores de un año) pasan por alto la vestimenta, pero a partir de la categoría “Tiny Queen” (mayores de un año) son muy severos.
Los campeonatos son codiciados por los padres ya que no solo está en juego el premio, sino que las agencias de publicidad envían representantes que observan a los pequeños para hacerles un posible casting, el cual podría llevar al niño/a a la fama.

Críticas a los concursos de belleza.
Little Miss Sunshine es una película hecha en 2006, que fue premiada con dos Óscar. Cuenta la historia de una familia que hace un largo viaje para que la componente más pequeña de ésta pueda participar en un certamen de belleza infantil. Cuando llegan a California, tras muchos inconvenientes, se dan cuenta de que la niña no es como el resto de participantes y que la humillarán si decide continuar en el concurso. Aun así, la pequeña representa su número final en el que baila quitándose la ropa hasta quedarse con un pantalón corto y un top. El público se sorprende criticando a la niña y la familia sube al escenario apoyando a Olive y restándole interés al maquillaje, los vestidos caros y los modales de princesa.

Casos famosos.
Eden Wood tiene tan solo seis años y ya ha ganado más de 300 concursos de belleza. Su madre, Micki Wood, afirma haberse gastado más de 100.000 dólares de sus ahorros en los trajes, peinados y maquillajes de Eden, de los que ésta, tras haber ganado varios concursos, ha recuperado aproximadamente 50.000 dólares.
Desde el año 2009, Eden participó en “Toddlers & Tiaras”, “Nightline”, “Good Morning America” y otros concursos. Ha intervenido en dos películas y ya tiene su propio single musical “Cutie Patootie”. La madre ha publicado un libro con fotos de la niña, que titula: “De la cuna a la corona”.
Este verano, los padres de Eden decidieron que era hora de retirarla de los concursos de belleza pero sin dejar de ganar dinero. Tienen pensado escribir las memorias de la pequeña, diseñar muñecas con su cara, e incluso crear una línea de ropa con su nombre.
Eden Wood cuenta con su propia página oficial “http://officialedenwood.webs.com/” y un canal en youtube.” http://www.youtube.com/user/OfficialEdenWood



Otro caso es el de una concursante de Toddlers & Tiaras, Britney Campbell, a la que su madre Kerry Campbell le administró bótox con tan solo ocho años de edad. La historia ha escandalizado a la sociedad estadounidense. Kerry Campbell defiende su decisión diciendo que su hija comentó que “tenía arrugas”, pero admite que la niña no se lo pidió directamente, sino que ella lo interpretó así tras una conversación que mantuvieron en la que Britney se quejaba de sus arrugas.
Kerry explicó que es un tratamiento “completamente seguro” y que otras madres también lo hacen. Aún así, no quiso revelar de donde había obtenido la sustancia que había suministrado a su hija.
Britney admitió, en una entrevista para la cadena ABC, que le dolía cuando su madre la inyectaba el bótox y que lloró, pero que ya se había acostumbrado. También contó que su madre le había depilado las piernas en una ocasión y que esperaba que no lo volviese a hacer.
La oficina de asuntos sociales de San Francisco ha abierto una investigación sobre las acciones de Kerry Campbell y de la procedencia del bótox. Aunque ésta podrá cubrirse alegando que en Estados Unidos no es ilegal inyectárselo a menores.



 
El último de los casos es el de JonBenét Ramsey. Nacida en 1990, fue reina de la belleza, como anteriormente había sido su madre, Patsy Ramsey. La pequeña brilló en el mundo de los concursos de belleza, obtuvo varios títulos como Little Miss Colorado, Little Miss Merry Christmas, Little Miss Sunburst y National Tiny Miss Beauty.
En diciembre de 1996, los padres de JonBenét encontraron una nota en su casa en la que exigían 118.000 dólares por el rescate de su hija, que había sido secuestrada en la ausencia de éstos. John Bennett y Patsy llamaron a la policía a pesar de que la nota indicaba expresamente que no podían hacerlo y, tras ocho horas, encontraron el cadáver de la pequeña en el sótano de su casa.
La autopsia reveló que había sufrido varios golpes en la cabeza, había sido abusada sexualmente y había muerto por estrangulamiento. Las muestras de semen descartaron a sus padres y a su hermano, que eran los principales sospechosos, pero aun así no consiguieron averiguar quién fue el asesino, ya que las muestras de ADN no coincidían con ninguna almacenada.


Conclusión.
La vida detrás de las cámaras no existe para estas pequeñas modelos. Con tan solo unos meses de vida, sus padres las someten a estresantes preparaciones, sesiones de fotos, y desfiles. Para ellas no van a existir los juguetes, comer una bolsa entera de chucherías ni salir a jugar al parque, solo van a poder pensar como les han quedado los tirabuzones en vez de pensar en qué juego nuevo se inventarán hoy. Por la absurda obsesión de los padres se están perdiendo su infancia.
Pasados los años, algunas de las niñas conseguirán convertirse en estrellas, lo que conlleva seguir una vida de estrés, ya sea en las pasarelas, en el cine o la música. Las demás, serán chicas que se arrepientan de no haber tenido una infancia normal como la de cualquier niña corriente y, muchas de ellas, necesitarán ayuda psicológica al sentirse infeliz por tener un futuro sin fama, crecerán pensando que su aspecto físico no es lo suficientemente bueno y perderán confianza en ellas mismas.

4 comentarios:

  1. sois unas hijas de putaaaaaa no sois madres

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  2. como exponen a sus hijas a cosas innecesarias para su edad, las explotan pensando que así serán "lo mejor de lo mejor", esto no debería ser aceptado por la autoridades. Hijos de la gran puta!!

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  3. Eso no esta nada bien, las pobres niñas no se merecen ser maltratadas de esta forma!!

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  4. y dónde está la UNICEF, las ONG, la HUMAN RIGHTS WATCH para detener esto ???? no entindo porque si hay tantas corrientes que hasta se enfrentan por defender los derechos de los animales por ejemplo, no hay quién defienda los derechos de estos niños !!! esto es sólo diversión para una fila de pedófilos q aprovechan la desverguenza de los padres que utilizan a estos angelitos para proyectar ellos mismos no lograron ser en la vida. Esto de verdad es indignante. Dios protege a estas nenas de todo mal y peligro y has que sus padres recapaciten

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