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Sólo te he echado de menos dos veces, una por la mañana y otra por la noche... pero nunca he dejado de pensar en tí.

¿Sabes?cuando eres joven,todo te parece que es el fin del mundo, y no es así, solo es el principio. Quizás tengas que conocer a unos cuantos capullos más, pero algún dia conocerás a un chico que te tratará como si el sol naciera y se pusiera contigo.

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Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrara pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre. Que en un momento dado saltarán pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido de antemano. Asi que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabríamos de antemano cual es la fecha del final, y no perderiamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, esta vez si, ese yogur, pueda conservarse para siempre.